Zonas Francas: Una renovada propuesta en materia tributaria

Para el desarrollo de nuevas inversiones, nuestra normativa regula las denominadas Zonas Especiales de Desarrollo Económico (ZEDE), conocidas también como zonas de libre comercio, las cuales se definen como áreas del territorio nacional dentro de las cuales se desarrollan diversas actividades industriales o comerciales cuyos objetivos están enfocados exclusivamente a promover cuatro materias específicas: 1) tecnología e innovación, 2) diversificación industrial, 3) servicios logísticos y, 4) servicios turísticos.

En el afán de impulsar un mayor crecimiento económico, dentro del Proyecto de Ley Orgánica para la Atracción de Inversiones, Fortalecimiento del Mercado de Valores y Transformación Digital presentado por el Presidente de la República ante la Asamblea el pasado 22 de febrero, se contempla la figura de las zonas francas, la misma que ya ha sido recogida por varios textos legales a lo largo de la historia del país; siendo la más influyente, la ahora derogada, Ley de Zonas Francas de 1991 reformada por última vez en abril del 2005. En el proyecto, el Ejecutivo propone una nueva regulación, más flexible y amigable con el empresario, con el objetivo de situarnos en una posición más competitiva dentro de la Región para la atracción de capitales y generación de empleo.

La propuesta de Ley promete diferenciarse de las ZEDE siendo más flexible con los permisos de funcionamiento y diversificar las actividades permitidas, añadiendo áreas delimitadas para actividades agroecológicas, desarrollo productivo rural, conocimientos ancestrales, tecnología e innovación, diversificación industrial o agroindustrial, servicios logísticos, turísticos, de salud, ambientales, financieros y orientados a la exportación, con miras a incentivar la inversión, tanto de empresas del sector público, privado o mixto.

Cabe recalcar que el análisis de fondo de esta normativa ha sido llevado a cabo por varios países vecinos que han explotado esta figura teniendo resultados favorables; tal es el caso de Colombia, cuyas cifras de inversión para junio de 2016, después de la promulgación de su Régimen de Zonas Francas, superaron los 825.000 millones de pesos, logrando cumplir el compromiso de inversión del gobierno colombiano de aquella época.

El objetivo de la creación de esta actualizada regulación de zonas francas radica en la promoción de espacios nacionales que incentiven y faciliten las operaciones de comercio exterior con incentivos tributarios como la reducción del impuesto de la renta, así como el impuesto al valor agregado para adquisición de materia prima, insumos y bienes de capital.

Si bien, las ZEDE fueron creadas con el mismo objetivo, en la práctica se limitaron a actividades muy específicas, lo cual dio como resultado que luego de 10 años de haber entrado en vigencia solo pudieron consolidarse 5 ZEDEs en todo el territorio nacional, siendo una de las principales razones por las que resulta menester evolucionar, siguiendo el ejemplo de los países de la Región que han creado una regulación flexible de Zonas Francas, generando resultados favorables en el crecimiento y desarrollo de la economía del país, abriendo las puertas a la globalización en un marco de confianza y progreso industrial, social y cultural.

Compartir:

Entradas relacioandas